Las verdades de la industria minera

Las tres "verdades" de la industria minera a cielo abierto son en realidad las tres mentiras de esta actividad empresarial:

(1) Las minas a cielo abierto son respetuosas con el medio ambiente. Definitivamente NO LO SON, pues destruyen, fragmentan y alteran la naturaleza original del terreno, produciendo procesos de erosión acelerada y afectando directamente a los índices de biodiversidad de la zona. Habitualmente, además, afectan a cursos de agua y alteran el hábitat natural, que jamás volverán a recuperarse, pues los procesos de remediación post mina que la industria efectúa son insuficientes, debido a que una restauración en condiciones condicionaría la rentabilidad del proyecto.

(2) Las minas a cielo abierto no son peligrosas para la salud. NUMEROSOS ESTUDIOS CONFIRMAN JUSTO LO CONTRARIO. En el caso de la minería del oro, los efectos pueden ser tan graves que incluso a nivel europeo está en proceso de erradicarse el empleo de cianuro de sodio como elemento de lixiviación de los materiales extraídos. Las trabajadores de las explotaciones pueden verse, además, afectados por enfermedades propias de este tipo de actividad, como la silicosis, antracosis, siderosis, problemas en las vías respiratorias y en los ojos, y estrés por los ruídos y vibraciones derivados de la actividad minera. Parte de estos efectos terminan por llegar, además a las poblaciones colindantes.

(3) Las minas a cielo abierto son una fuente de empleo. Este tipo de minería en ocasiones crea empleo, PERO A UN COSTO SOCIAL DEMASIADO ELEVADO, dividiendo a las poblaciones donde se instalan. Además, en la mayoría de los casos los habitantes de la zona apenas llegan a beneficiarse porque gran parte de los puestos son de carácter especializado y requieren de una cualificación profesional de la que carecen. No hay que olvidar que además este tipo de empleos tienen la misma fecha de caducidad que la propia mina, ya sea una explotación a cinco, diez, o quince años. Las empresas mineras desalojan el lugar aumentando su cuenta de beneficios, y las comarcas han de cohexistir en el futuro con una extensa masa de terrenos que jamás podrá volver a ser utilizada en labores tradicionales, con la contaminación del aire, tierras y suelos en el futuro y con sus propios problemas de salud derivados de la actividad minera. Un coste social inasumible que termina por beneficiar únicamente a las grandes transnacionales de la minería.

Estas y otras razones han hecho que diferentes regiones de Estados Unidos, Canadá y Australia, y países como Alemania y República Checa hayan prohibido este tipo de minería en sus territorios.

  ALERTAMINERA.net

Regresar a inicio